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Madres, padres y hermanos: las otras víctimas del 11J de 2021 en Cuba

Junio 2 de 2025 – Este miércoles 4 de junio se reunirá en Bruselas un Comité Técnico compuesto por representantes de la Unión Europea y Cuba para analizar la marcha de las relaciones bilaterales. Se espera que su agenda incluya la situación de los derechos humanos en la isla. “Cuba: familias presas de la política totalitaria”, un oportuno informe publicado por el laboratorio de ideas Cuba Siglo 21, documenta el profundo impacto social, económico y psicológico que sufren las familias de los presos políticos en Cuba, especialmente tras el estallido social del 11 de julio de 2021 (11J). El estudio, realizado por el historiador Leonardo M. Fernández Otaño, se basa en la observación directa de una muestra de 15 hogares afectados por la represión estatal y revela cómo ciudadanos comunes se han transformado en actores cívicos frente al autoritarismo del régimen.

Las protestas del 11J —protagonizadas principalmente por jóvenes entre 20 y 35 años— surgieron como reacción a una severa crisis del sistema de gobernanza y el consecuente deterioro de las condiciones de vida en la isla. La respuesta del gobierno fue una ofensiva represiva sin precedentes: más de 1800 detenciones, desapariciones temporales, juicios sumarios y condenas por delitos como sedición y desórdenes públicos.

Pero la represión no termina en los tribunales. El informe denuncia lo que define como una “muerte social” inducida por el Estado: familias que, por tener un hijo, esposo(a) o pareja en prisión, son marginadas por las instituciones que controlan la conducta de sus vecinos en sus comunidades, enfrentan acoso por parte de la Seguridad del Estado y pierden oportunidades laborales. Adicionalmente deben costear los procesos legales, los viajes a prisión y la manutención de los reclusos, todo en medio de una inflación galopante y el colapso económico del país.

El estudio describe un proceso de politización gradual de estas familias, que han atravesado cuatro etapas: ruptura del silencio, reclamación ante instituciones oficiales y oficialistas, denuncia en redes sociales y protesta pública. A pesar de su inexperiencia en el activismo, muchas han logrado articularse con la sociedad civil independiente dentro y fuera de la isla. Iniciativas como el Movimiento Cuba de Luto y la entrega de un proyecto de Ley de Amnistía al Parlamento cubano por parte de Wilber Aguiar son prueba de ello.

El informe también alerta sobre los efectos psicológicos en los núcleos familiares, especialmente en niños y adultos mayores. Al menos un 40% de los entrevistados sufre crisis emocionales, y muchos niños han desarrollado trastornos de ansiedad. “El estrés, el miedo y la ansiedad circulan incluso en los más pequeños”, advierte el psicólogo José Otoniel Vázquez, citado en el estudio.

A pesar del costo humano, el documento subraya que la lucha de estas familias ha ganado visibilidad internacional y representa una voz clave en la exigencia de una Cuba democrática. “La liberación inmediata e incondicional de todos los presos políticos es una demanda no negociable”, concluye el informe.

Cuba Siglo 21 reafirma su compromiso con la denuncia de la represión, la exigencia de la liberación incondicional de los presos políticos y el apoyo a estas familias que, pese al hostigamiento, han roto el silencio para exigir justicia y libertad.